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| LA MANIPULACIÓN POLÍTICA DE LOS MUERTOS
Veinte años del asesinato de Miguel Ángel Blanco
JGS
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El tiempo convierte a los muertos en símbolos; si además esas vidas han sido arrebatas por la saña el asesinato frío, esta apropiación aparece justificada. Miguel Ángel Blanco fue una víctima del infortunio; su homicidio: el comienzo de una etapa nueva en la lucha contra el terrorismo.
Treinta años después, resulta mezquino, e incluso de mal gusto, que los políticos le hayan convertido en otro elemento que engorda sus batallas intestinas. La apropiación guerrillera de su memoria por parte de políticos sin escrúpulos muestra la ilimitada capacidad de la bajeza humana, hasta dónde profanamos nombres y tragedias... y si detrás del personaje ultrajado (Miguel Ángel Blanco) se encuentran siglas partidistas, sólo cabe la aberración más repulsiva por su manipulación sibilina. Hoy se cumplen tres décadas de su muerte, y reconozco el morbo, por mi parte, de utilizar su nombre como pretexto para escribir. Pero estas palabras, emborronadas por la realidad nefasta, no son para él, a quien presento mis respetos desde el clamor más personal, sino para esos dirigentes infectos que, aprovechando el momento, originan tensión. |
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La sociedad sea apropió de Miguel Ángel desde que los asesinos etarras lo secuestraron, desde que salvar su vida significó una imposición intimidatoria. El ultimátum descabellado que acabó ensangrentado asesinó a toda una sociedad. La muerte de Miguel Ángel levantó las manos de ciudadanos indignados en señal de hartazgo, pidiendo justicia mientras un ertzaintza, entre impotencia y rabia, se quitó el pasamontañas reglamentario para gritar un ¡basta ya! inmortal. Tres décadas después de este gesto de rebeldía apolítica, viene Manuela Carmena levantando ampollas con la negativa de honrar al concejal vasco. Señora Carmena, no se ha pedido un cara al sol con sabor a unidad patriótica, tampoco la escenificación de un tributo partidista. Para usted, ¿tendría la misma intrascendencia la muerte de Miguel Ángel Blanco si se tratara de uno de los abogados de Atocha?, compañero suyo. Unos y otros son seres humanos, unos y otros fueron asesinados por fascistas, unos y otros merecen respeto. Unos y otros lucharon por los derechos cívicos (sólo eso merece el recuerdo). Sus muertes innecesarias también forman parte de nuestra memoria histórica.
Repugna esta manipulación política de los muertos a la que las formaciones políticas ideologías acuden. Señora Carmena, la manifestación de hoy es un remiendo que ha improvisado contra actitudes equivocadas; demuestran lo peligrosamente escondido de un sectarismo político que respeta a determinados muertos tirados en las cunetas de la Democracia española.
Nos queda el recuerdo a Miguel Ángel Blanco, una muerte que despertó el espíritu de Ermua como palpitar nacional. Odio la victimización del recuerdo a los muertos pero me disgusta el uso que políticos vivos realizan sobre muertes marcadas por acrónimos políticos. ¡Qué asco! y ¡qué pena! |
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