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EL MONTE NO ES ORÉGANO
Película "La Otra Hija".
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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El PPP -primerísimo primer plano, en el argot cinematográfico- de un batracio observándonos sobre un lago perdido de Carolina del Norte avisa del mensaje que deja la película de Luis Berdejo: alguien nos está mirando. El director donostiarra se adentra, una vez más, en el mundo del suspense y lo sobrenatural. La aparición de un peso pesado como Kevin Costner ayuda a equilibrar la balanza entre una llamada sobrenatural y la historia de un padre desorientado. Costner se convierte en héroe por accidente. Es víctima de una elección que le ofrece pocas oportunidades para escoger un destino que se prolongará con el final abierto de una película de ritmo deliberadamente lento. |
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La sensación que deja “La Otra Hija” es tan desértica como los diálogos de sus personajes. Berdejo, valiéndose del suspense, presenta la pesadilla de una familia desestructurada. Kevin Costner (John James) es una figura lastimera en un ambiente con personajes desubicados, inspirador de pena. La mirada, las arrugas de su rostro, los ojos hundidos, le recluyen en la pena, recordando discreciones más apuestas como en el “Guardaespaldas”. En esta película, juega el mismo papel protector, enjaulado en la figura paterna, con el que tendrá que luchar contra lo sobrenatural. El ambiente familiar se estanca en la tirantez, con una hija, Ivana Baquero (Louisa James), distante.
La soledad forma parte de la naturaleza en “La Otra Hija” rodeada de un entorno natural, sospechoso y límpido; tanta pureza inalterada esconde las trasformaciones que esperan a un destino sin escapatoria.
La adolescencia es una etapa huidiza, llena de introspección y reproche. |
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El atractivo que Kevin Costner suscita es el de una ruptura no muy bien llevada. Las escenas son episodios de diálogo monosilábico; hay un protagonista que se siente superado recomponiendo la estabilidad del entorno familiar. La comunicación no verbal fluye entre Ivana Baquero (Louisa James) y el agua de la ducha corriendo por el desagüe de la bañera, junto a barro y sangre, en un guiño a Hitchcock y su psicosis. El director donostiarra marca un punto de no retorno en la película. |
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Los personajes, unos más que otros, se dejan llevar por lo sobrenatural. Su invasión vírica se ceba en Ivana
– impresionó con su debut en el thriller fantástico de Guillermo del Toro “El laberinto del fauno”- marcándola con comportamientos inquietantes en un mundo de nocturnidad y secretismo. Los movimientos de cámara dibujan tensión entretenida, alejándose del bostezo. Lejos de caer en el efectismo repetitivo, “La Otra Hija” se mantiene en la cuerda floja de la intriga. El desmembramiento familiar seduce maquiavélico gracias a unos niños, diabólicos y tiernos, que se enfrentan a lo ultrasensorial.
La interpretación de Ivana Baquero busca la ruptura de la conciliación familiar. Los planos cenitales sobre su fragilidad adolescente sucumben ante una abducción virginal. Es un capullo imprevisible que va mutando en mariposa de la muerte enfangada. El papel de Sam James (Gattlin Griffith), el hermano pequeño de Ivana, permite que la historia avance, ya que su inocencia es uno de los detonantes para que el padre se embarque en su misión protectora. |
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James Richard Gammon (Roger Wayne), conocido por su interpretación en la comedia “Major Legaue”, 1989, hace su última aparición en pantalla antes de su muerte. Actor del paisanaje norteamericano, se siente cómodo entre su olor a mendicidad, vaqueros
desgastados y alcohol, haciendo de referente neurótico en una actuación conseguida.
El protagonismo de la cinta no es para Kevin Costner ni Ivana Baquero, sino de un túmulo escondido al que el escritor John Connolly dio vida en uno de sus relatos. El director no ha elegido un tema fantástico ni una localización al azar: los túmulos funerarios se erigen como una forma de reivindicación de derechos sobre las tierras en las que se ubican. La película transcurre en Carolina del Sur; la provincia del norte, región de túmulos, alberga la Nación Cherokee, cuya creencia espiritual se centra en Kituwa Moud, un túmulo sagrado con 10.000 años de existencia. |
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La corrección de Costner se salva sin subir nota. “La Otra Hija” no es una película de terror sino de suspense mantenido. La música compuesta por Javier Navarrete invita a escucharla y empaparse del suspense que transmite.
Luis Berdejo permanece fiel a Arquímedes -“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”- dejando constancia de lo que se puede hacer cuando se facilitan los medios necesarios para realizar buen cine de suspense. |
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