Los dos nuevos amigos, con la ayuda de un coche robado por este inmigrante, inician una escapada integradora lejos del agobio berlinés, dejando a un lado las ataduras. Conocen gente, hacen amigos, sus fuerzas se ponen a prueba, se convierten en fugitivos traviesos guardando la frescura de su juventud. La amistad se convierte en un valor compartido hasta que este viaje se tuerce accidentado, y la rutina los devuelve al día a día con un Maik menos imberbe. La imagen de
Kurt Cobain deja de ser fachada para convertirse en otro dato a tener en cuenta en su DNI social recién estrenado.
Tschick es un caballo salvaje, Maik el adolescente incomprendido huérfano de experiencias que suplidas por todo lo material. El joven ruso despierta en Maik la parte de libertad que tenía escondida, sin madurar.