Los primeros síntomas de embarazo suelen ser vómitos, dolor de pecho, cansancio y falta de la menstruación. Cuando nada de esto aparece, y el físico femenino no aprecia cambios en el tamaño de su barriga, nace lo que la medicina denomina
embarazo críptico. El problema biológico deriva en una bola de dilemas mentales que hacen de la juventud una pesadilla, como deja claro Rakel. El nonato se cuela en su vida en forma de animación caricaturesca convertida en voz interior. Los razonamientos de una chica asustada y rebelde son más elocuentes que el terror de una joven convertida en madre futura por descuido. Esta amante de la cerveza, las drogas y el amor despegado tiene parte de culpa en esta situación incómoda mientras se refugia en el dibujo de un personaje cómico y cáustico. El
ninjababy ha nacido. El consentimiento de una preñez inesperada asegura haber respetado medidas profilácticas tomadas, con toda seguridad, en una vorágine de desenfreno y rapidez sexuales acelerada por hormonas encendidas. Lo pasado debe enfrentar el presente, nada puede solucionar la llegada de un intruso excepto el aborto. Esta opción aparece como la manera fácil que despacha un problema ocasionado por el desliz de entrepierna. La gestación adelantada toma el cariz de momento desconcertante, nunca mejor dicho, que obstaculiza una interrupción deseada a toda costa. El humor se abre paso entre trances de crueldad moral sin cuajar, asfixiado por la esterilidad del lenguaje juvenil, absorbido por un cabreo que se niega a responsabilizarse del desliz.