Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 
 


 


MUSINTERNAUTA

TU OPINION TIENE UN SENTIDO
Histórico

 


EL MÚSICO
(Bruce Springsteen presenta "Magic" junto a la E Street Band.
Palacio de los Deportes de la C.A.M., Madrid.
25 de noviembre de 2007)

J. G.
(Madrid, España)

Bruce Springsteen

Decir Bruce Springsteen es sinónimo de conciertos multitudinarios, llenos absolutos, venta de entradas en tiempos récord. Negocio seguro, en definitiva. A estas alturas de su carrera, después de 34 años sobre los escenarios, no tiene sentido repetir las bondades ni maldades del músico de Freehold, New Jersey. Es un ser humano, de carne y hueso, antes que un mito musical. Puntualización: los mitos están muertos, Springsteen aún tiene mucho que decir.

Fenómeno de masas, predicador del siglo XXI que cuenta con una gran legión de devotos. Su púlpito es cada escenario que pisa. Elemento mediático. Un sujeto incómodo para algunos: los Republicanos de Reagan en 1984 con "Born in the U.S.A.", y Bush hijo actualmente. Figura de culto para los amantes del rock, anticorporativista en general. Springsteen, involucrado en causas sociales como Bono, es una estatuilla de oro, una fábrica de billetes. Una combinación de talento, suerte, marketing. Desconozco el o los motivos finales de este éxito, se lo ha ganado a pulso, como buen americano de padre irlandés y madre italiana.

Su primer bolo tuvo lugar en el Woodhaven Swim Club de Freehold, New Jersey, desde donde intentaba abrirse camino hacia los grandes estadios. Podemos adivinar que entonces había un Springsteen más unplugged dentro de su furia, más alternativo, más accesible. Ese guardar las formas dentro de su libertad escénica son patentes en la actualidad. Sus canciones son símbolos más que melodías. Es un símbolo de lo anti americano, también de lo patriótico, del desencanto por el sueño americano.

El concierto que el 25 de noviembre ofreció en Madrid, junto a la E Street Band, formaba parte de su gira “Magic”. Comenzó con casi treinta minutos de retraso sobre la hora prevista mientras los técnicos daban los últimos ajustes en la mesa de sonido rodeados de ordenadores. Alguien podía preguntarse si estarían buscando las canciones en iTunes, causa del retraso. Reflexiones similares hicieron la espera algo más divertida con una prensa gráfica marginada del escenario. Parecía que los fotógrafos no contaban, luego el Photoshop se encargaría de arreglar la posible foto movida, subexpuesta o con mucho aire, que iba a aparecer en los periódicos del día siguiente. Se desconoce al culpable de tal desaguisado. La intención de esta frase no es que rueden cabezas. Sólo constato un hecho, como los abogados defienden a su cliente.

Algo de agradecer a Springsteen en este concierto es que no apareció con la pinta ruda, de camionero, que exhibió el 19 de octubre de 2006  en Las Ventas con The Seeger Sessions Band. En la gira actual se movía menos, los pasos estaban más estudiados, Clarence Clemons siempre será el mismo aunque más gordo y pesado. Pero eso no es importante, sabe que tiene al público ganado antes de salir al escenario. España en general y Madrid en particular forman parte de su feudo, y es de agradecer que se acuerde de nosotros tan a menudo.

El espectáculo arrancó con un tío vivo como escaparate de fondo. Springsteen sale a escena guitarra en mano y “Radio Nowhere” en su garganta. Guitarra estilo Neil Young y voz desagarrada. Pocas cosas más se pueden decir del concierto, entre otros motivos porque no se facilitaron los medios para ofrecer toda la crítica que El Boss se merece. Cosas de la organización, gajes del oficio. Springsteen, amigo, tú no eres el culpable de que esto haya ocurrido.

Esa noche Madrid también contaba con otros músicos, subterráneos, encargados de hacer la luz en la oscuridad, de regalar una flor a un rostro entristecido. Son los músicos del Metro. Se subió al vagón un músico de vocación, anónimo, sin rostro conocido. Uno de esos que buscan propina poniendo su voz a canciones que nos enamoraron. Nuestro músico anónimo, al que llamaremos Luis, se deslizó sobre un asiento del vagón bajo los acordes de "Yolanda", guitarra en mano. Sus ojos miraban al vacío, hacia un público imaginario, hacia el gran aforo de Springsteen, cantando a la inspiración de Pablo Milanés.

Belleza y cautivación, su voz era dulce, su nombre aún no ha aparecido en el Billboard y su música no se ha escuchado en ninguna radio comercial. Abandoné el vagón y dejé a Luis aún susurrando “Yolanda”. En el vestíbulo de Sol, espacio para la convivencia y cita de los músicos ambulantes que pueblan Madrid, otro músico anónimo tocaba el violín ante un público minoritario y dotado de sensibilidad. El mismo que un día antes interpretaba a Vivaldi. Concierto acústico. Me parece más interesante disfrutar de estos artistas desconocidos  que cantan para sobrevivir, ¿por amor al arte?, que de los monstruos del negocio musical.

Entre la garra de Springsteen y la sensibilidad de Luis, nuestro músico, me quedo con el segundo por su frescura y aspecto sorpresivo. Springsteen siempre será Springsteen. Luis tiene que hacer que cada día sea un concierto diferente aunque cante las mismas canciones. La audiencia será otra, nunca tiene un lleno asegurado, sus bolos no están estudiados para ganarse esos céntimos de que le permitan dormir en una pensión o en el cuarto compartido con otro aspirante a estrella musical. Esto es la música: magia. El último trabajo de Springsteen: Magic. En julio de 2008 volveremos a ver al mito cerrando gira por tierras españolas; a los músicos del metro los encontraremos día tras día en los andenes.

 

 

J. G.

La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección.
Texto: www.photomusik.com ©
<< 2006      < anterior          siguiente >       2008 >>
 

© Copyright Photomusik.com