Si para saborear la música de un concierto, rodeado de intimidad, hay que cerrar los ojos, la actuación de Noise Nebula hubiese resultado inapreciable. Las voces del joven quinteto madrileño pasaron de incógnito; silenciadas por los siempre culpables fallos técnicos que origina una nefasta mano humana. Capearon con su música el bochorno. ¡Cuántos endiosados del negocio musical deberían de aprender estas formas! Y el público, sorteó desinteresado la decepción.
El sonido dejó mucho que desear en un juego de guitarras prometedoras e ilusión algo tímida. A pesar de quedarnos sin degustar el buqué de sus letras, se comprobó la existencia de un directo interesante. Son jóvenes, les quedan muchos marrones por comerse y bastantes victorias que saborear. La mocedad de sus integrantes, eso no sólo se nota en su físico, les augura un tiempo para el perfeccionamiento antes de paladear el sabor pasajero del éxito. Si continúan fieles a su filosofía, un sonido tan sencillo como bien facturado, harán de Noise Nebula un nombre grande dentro de la escena musical.
La sala Costello se encontraba muy concurrida, en su mayoría por amigos y seguidores de la banda. El apoyo incondicional de un público entregado anima mucho e hizo que el quinteto madrileño se sintiera arropado, aunque el termómetro bajaba la temperatura según te adentrabas en el vientre del local.
Fue una lástima que la aportación vocal del grupo no se pudiera escuchar, su ritmo prometía un duelo interesante con una batería incombustible. La guitarra, poco guerrera, se concentró en trasmitir sensaciones cercanas al pop independiente, huyendo de ritmos comerciales. Noise Nebula hacen una música atractiva, de las que obliga a poner atención en lo que están tocando. Cercana al dream pop, un poco ligera para el indie al que estamos acostumbrados a escuchar, y alejada del grunge, necesita ser pulida y dotarla de empuje si quiere tomar las riendas del circuito independiente, más agresivo. Existe convicción en sus canciones y, a pesar de que los problemas técnicos impidieron el entusiasmo, les sobran ganas para empujar con fuerza dentro del mercado español. El rodaje también hará que pierdan la timidez mostrada. Los ganadores del Converse Rubber Tracks 2015, con sólo dos Eps editados (“Kaleido” e “Hiberna” tocaron canciones encendidas no incendiarias.
