Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 



 

CINE Y ESPECTÁCULOS
CARTELERA CULTURAL
Histórico
 
 
 


UN EJEMPLO DE QUE NADIE ES IMPRESCINDIBLE
Película Sin tiempo para morir


J. G.
(Madrid, España)

Sin tiempo para morir
Ficha Técnica Video    
James Bond es como Rambo: después de sus correrías azarosas no hay nada como olvidar el pasado. Mientras el alumno del coronel Trautman se escondía en un monasterio budista en la tercera ola de la serie, la criatura parida por Ian Fleming es localizado en Jamaica, lejos del ruido que le ha convertido en un animal de compañía demasiado publicitado. El nuevo 007, rebajado en su mando, se muestra ajeno al ambiente que le ha utilizado para solventar causas perdidas entre tortazos y encuentros glamurosos con mujeres tan bellas como peligrosas. La despedida de Daniel Craig se anuncia como la novedad de esta saga. Lo demás se repite en una actualización de la caricatura apegada a sus raíces detectivescas aunque sacrifique algún aspecto que le ha hecho famoso (luego se entenderá esto). La vigésimo quinta producción de Bond como protagonista, y quinta para el actor británico, le despoja de su inaccesibilidad característica, amante del riesgo y seductor empedernido. La talla de la ropa interior es lo único desconocido de este soldado de su Majestad, el resto ha sido destripado con minuciosidad circense: el punto fuerte de su artificio. Cary Joji Fukuyama, una directora impensable para lidiar con estas reses gracias al recuerdo agradable de Jane Eyre, firma un producto de consumo masivo.
 
James Bond (Daniel Craig) alejado del ajetreo policiaco  
El personaje misterioso que luego será capital en el desarrollo de 'Sin tiempo para morir'
El regreso esperado se anquilosa en la acción menos divertida e igual de pirotécnica que en episodios anteriores. El metraje abusivo tortura al espectador con descaro impositivo, hace del óbito el legado de su testamento universal. La argumentación da valor al sentido común de las armas sofisticadas y la fuerza militar en aras de la paz mundial. El villano sigue siendo malo, Bond resurge como el rescatador de un mundo en decadencia, una pieza destacada en la vitrina recordatoria que nunca muere (o nunca tiene tiempo para ello). La monotonía golpeadora que mezcla el amor traicionado con la venganza, el espionaje y la codicia humana aburre. El héroe humanizado se acerca al público en un adiós empalagoso excepto para idólatras zombis. La repetición de acrobacias, derrapes y otros enseres volatineros no se sale ni una coma de lo conocido. El acercamiento a la actualidad a través de la manipulación genética hace manitas con el aire retro proporcionado por el Aston Martin DB5 sin la elegancia que Sean Connery mantuvo. Las incorporaciones nuevas acrecientan un repertorio coral adaptado a la superficialidad proactiva. La maldad de Lyutsifer Safin, interpretada por un Rami Malik desaprovechado, encarna al bellaco atractivo en su vileza intensa. El vestuario, sin la comicidad de Will Smith y Tommy Lee Jones en Hombres de negro, acerca al varón de andar por casa. El superagente abonado a casinos, champán y fresas decide no explotar esa atmósfera repetitiva. Lo femenino pasa de ser objeto a convertirse en sujeto esencial para la existencia de un individuo con derecho a morir. Incluso el lenguaje se aleja de la obscenidad machista acostumbrada. La diversidad de decorados se pasea por Escandinavia, Jamaica, Islas Feroe o Italia en una gira con guiños a Spectre. La música de Hans Zimmer, excepto la canción principa No Time to Die, rescata títulos antiguos adaptados a la modernidad, algo que despierta nostalgia.
Bond en el Aston Martin icónico  
La cueva que recuerda al mundo de Spectra

El resto se conoce: mamporros que suenan más de lo que duelen en un universo donde la tecnología al servicio de la imaginación armamentística nunca tiene fin. James Bond sin sus juguetitos de laboratorio y la presencia del Doctor No, Tiburón, Auric Goldfinger, Blofeld, Le Chiffre o el mercenario Primo, entre otros, es una pieza prescindible en un tablero que necesita al perverso para justificar su valía. Sólo queda añadir, antes de despedir al actor frente al personaje, que el agente secreto es más que un número: se reencarnará en otro rostro con las mismas ganas de participar en guiones insustanciales. Bond es un hombre-máquina que trabaja para el MI6, se retira, disfruta el reposo caribeño, ama, presta sus servicios a la CIA, es delatado, regresa con carta para matar, vive la muerte en primera persona, no descansa pero agota.

J. G.


La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección
.
Texto: www.photomusik.com ©
<< 2020       < anterior          siguiente >       2022 >>

© Copyright Photomusik.com