Nacho Cano tiene arrestos o desfachatez en su aparición televisiva más reciente, según se mire. Igual que cuando en el colegio te daban el premio al mejor alumno del mes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entregó la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo al músico Nacho Cano. La ceremonia de imposición de Medallas tuvo lugar en la explanada de una casa que dicen ser de todos y algunos la convierten en patio particular. Nacho quiso compartir el obsequio con la profe gratificadora el Día de la Comunidad de Madrid. El galardón al teclista y fundador de Mecano premió una contribución innegable a la música española. Sus declaraciones y actitudes recientes cayeron en el postureo institucional, se han interpretado en clave de guiño abierto -ya es difícil guiñar sin cerrar el ojo- y público. Los momentos concurridos se aprovecharon para exaltar a una persona rompiendo lanzas en favor de una libertad manipulada. Una libertad que, Isabel Díaz Ayuso está manejando a su ritmo pero sin melodía y con mucho estribillo repetido.
Una celebración oficial como esta se prestaba a lanzar pirotecnia partidista siendo el menos adecuado para ello. Si se hace, que sea con estilo en vez de demostrar una falta de tacto apabullante. Nacho Cano lo hizo desechando el buen gusto. Sería el tema idóneo para una canción inspiradora, titulada Aprovecha el momento, fácilmente convertible en éxito de reproducciones.
Quien iba a decir que un chaval, iniciado en la música gracias a clases de guitarra española destinadas a su padre, compartiría sintonía multitudinaria con el máximo representante del gobierno madrileño en un acontecimiento merecido y electoralista durante las fiestas del 2 de Mayo. La connotación oficial, y popular, se ha convertido en personalista. Nacho devuelve el cumplido a Isabel Díaz Ayuso, una mujer con piel de animal político descarado y amante de una libertad sui generis, al entregarle las llaves culturales de la ciudad. Ni los comunistas ni los venezolanos tienen cabida en su espectro; ¿sucederá lo mismo con la bachata de Prince Royce o el reguetón de C Tangana?
El agravante está en la conversión de un acto público en autbombo del chaqueteo privado que podría haberse quedado en serenata nocturna por videoconferencia. Lo cultural se ha trasformado en cartel de propaganda política y electoral. Si no es para llorar que venga Ayuso y nos demuestre lo contrario. Sus lágrimas de escenificación programada se deslizaron sobre unas mejillas enmascaradas, gruesas de orgullo interno. Ayer se entregó una medalla honorífica y se recibió el disco de platino a una carrera profesional por alcanzar la cifra récord de mentiras lanzadas a través de titulares cantarines. Nacho Cano dijo en su fiesta que la presidenta se merecía la distinción por ser ‹‹valiente›› y ‹‹abrir los teatros›› sin importar el coste de vidas que eso podría suponer no sólo para el presente pandémico sino en su expansión futura. El artista también le manifestó su apoyo por atreverse a lanzar cantos de sirena contra una música proveniente de Moncloa, por no apearse de su lírica de cantautora indie.
El 14 de mayo se cumplirán 40 años del éxito Hoy no me puedo levantar. Ayer, no flaquearon las rodillas en acto solidario con la cordialidad aduladora mientras el coronavirus sigue aumentando su medallero sin tanta pompa.