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UN MUNDO DE CUENTO
Película Daybreakers.
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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Los hermanos Spierig dan la vuelta a la tortilla con Daybreakers en las historias de vampiros. Desde que el arte mudo de Frederich W. Murnau inmortalizara a estas criaturas en Nosferatu, eine Symphonie des Grauens (Nosferatu, una sinfonía del horror), su simbolismo ha sido llevado a la gran pantalla con interpretaciones variadas. Hace tiempo que perdió su concepción sobrenatural generalizada para culminar una etapa de adaptación y convertirse en depredador animal. Ha conseguido mimetizar el trasfondo sagrado y sacrílego en apariencia estable. La casta no ha desparecido entre ellos ni en relación con los humanos, aspirantes a formar parte de un círculo social emergente. Wesley Snipes avisó en la trilogía Blade sobre la estirpe de los chupasangre en un futuro nada imaginario. Daybreakers habla de la evolución de las criaturas en la Humanidad, es el futuro imaginado donde la hambruna produce caos. Los infraseres son enfermos, drogadictos terminales con marcas de mordiscos en los brazos convertidos en ciudadanos de segunda. Los humanos son perseguidos por su reclusión protectora. El desarrrollo de un estado nuevo de corrupción en una sociedad preocupada por sobrevivir abasteciéndose de plasma puro -y escaso- despierta interés. |
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La vida se ve alterada por elementos epidémicos. Ethan Hawke es el vampiro pacificador que busca calmar el ansia animal y la salvación de humanos diezmados. Willem Dafoe, el espíritu solitario y batallador que persigue el abastecimiento pacífico de sucedáneo rojo. Su interpretación correcta sustituye al chiste heroico por la cara expresiva y sonrisa en la mirada. Sería interesante ver una lucha entre él y Kris Kristofferson, cazavampiros habitual de la serie Blade, compartiendo escenario en bandos opuestos. La sed de sangre es una necesidad convertida en oro líquido en torno el que gravitan intereses y creencias; la gratuidad de su abundancia ensucia escenas que se pierden en lo facilón, concentra las miras de la manipulación genética; el personaje interpretado por Hawke (Edward Dalton) reclama el derecho a rechazarla. Su trabajo ha madurado desde que, en 1994, retratara a la cultura pop en Reality Bites, la comedia de Ben Stiller. Ahora, pertenece a una segunda Generación X de cromosomas alterados asustada por salir del recinto tenebroso. Sam Neill sigue cultivando el buen hacer con una presencia cumplidora con el cometido asignado. |
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La fotografía de Ben Nott sitúa a la película de Michael y Peter Spierig en un contexto futurista con reminiscencias al creado en Gattaca. Los decorados urbanos absorben minimalismo en una peripecia protagonizada por dráculas atípicos.
Los hermanos Wachowski abrieron un camino nuevo en el cine de ficción gracias a Matrix y su realidad tridimensional más allá de la mente humana. Daybreakers abarca, de manera seudocientífica, un mundo explotado por el cine gracias a un guión original con miras menos altas. La tecnología posee la palabra final en una carrera contrarreloj. |
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