Pearl
Jam actuaron por primera vez en Argentina
el sábado 26 de Noviembre, 2004,
Estadio Boca Juniors.
Todo lo que se ha dicho y escrito sobre
Pearl Jam durante los últimos
quince años en la prensa del
Primer Mundo, el público rockero
argentino pudo finalmente comprobarlo
con sus propios ojos y oídos
este fin de semana. ¿Demasiado
tarde? Nada de eso. Eddie Vedder ya
no es ese joven poeta torturado que
disputó el trono grunge en los
primeros años de la década
del 90, con un disco imprescindible
para toda una generación como
lo es "Ten", pero él
y sus inseparables compañeros
(Mike McCready, Stone Gossard, Jeff
Ament y Matt Cameron) se han convertido
en una máquina afiladísima
e implacable de rock norteamericano,
en todas sus formas. Country rock, rock
pesado, duro, épico e incluso
expertos también en el arte de
la balada rock.
Estos
herederos de la cultura de los años
70, que con el tiempo lograron la bendición
de los próceres del género
(Neil Young, Robert Plant, Joey Ramone,
The Rolling Stones), no sólo
demostraron ser una de las bandas de
rock clásico más compactas
arriba de un escenario, sino que también
dejaron constancia de su dedicación
y entrega hacia sus fans del mundo:
en su primera visita a América
del Sur, la lista de temas no escatimó
éxitos que hace tiempo no figuran
en las interminables giras del grupo,
en especial los de aquel explosivo debut
discográfico: "Even Flow",
"Alive", "Black",
"Once" y "Jeremy",
del álbum "Ten"; "Daughter",
"Do The Evolution", "Animal",
"Given to Fly" y "Better
Man", entre otros, se escucharon
en exquisitas versiones a lo largo de
poco más de dos horas de concierto.
Para
completar el cuadro de una época
que marcó el sonido del rock
mundial, Vedder aterrizó en estas
latitudes con una cabellera similar
a la que lucía cuando Pearl Jam
sacudía los locales del underground
de Seattle y si bien ya no se arroja
desenfrenado sobre el mar de cabezas
que tiene allí adelante, su voz
se mantiene intacta y el efecto visual
de su look veinteañero se encarga
del resto.
El
cantante dedicó "Love Boat
Captain" a los muertos en Cromagnon
(en 2000, durante uno de sus conciertos
hubo una avalancha que terminó
con la vida de nueve de sus fans) y,
sobre el final, dedicó la versión
de un tema de los Ramones ("I Believe
in Miracles") a su amigo fallecido
Joey Ramone.
Los
dos conciertos en la cancha de Ferro
(el viernes y el sábado) fueron
presenciados por más de 50 mil
personas (con entradas desde $ 60).
Otro ejemplo de la sanguínea
relación del público argentino
con el rock a secas.
La
banda que supo apoyar a Neil Young está
a la altura de su leyenda y tanto McCready
como Gossard se llevan buena parte del
crédito con sus guitarras rabiosas,
precisas y siempre al servicio de la
canción.
El
cierre, con las luces del estadio encendidas,
fue con "Alive", esa canción
que devino en postulado de la banda
("todavía estoy vivo",
repite con su inconfundible voz este
sobreviviente), el imbatible "Rocking
in the Free World", de Young, y
un último bis con "Yellow
Led Better". Olé, olé,
olé, Pearl Jam, Pearl Jam y Vedder
que no da crédito de la popularidad
del grupo aquí, casi al límite
del fin del mundo. Los rockeros del
mundo libre, agradecidos.
Rocka
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