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EL CONCIERTO SECRETO DE LADY SOUL
Película "Amazing Grace"


J. G.
(Madrid, España)

Amazing Grace
  Ficha técnica Video Entevista a Allan Elliott, productor
Llamar diva del soul a Aretha Franklin no es un piropo sino hacer justicia. La fuerza de su voz, llevada al activismo social, proporciona un valor añadido a una música todopoderosa. Después de alcanzar el estrellato, su genialidad rebelde se registró en el directo del góspel. El 13 de enero de 1972, la iglesia Bautista Misionera New Temple, Watts, en Los Ángeles, fue el escenario de cuarenta y ocho horas intensas de música góspel. El altar de esta capilla se convirtió en el cielo para textos cargados de profusión religiosa. La conmoción se apoderó de las almas presentes como musicalidad sacra. El contacto limpio de Aretha con un público entusiasta elevó las melodías hipnóticas que gestaron Amazing Grace. Su figura diminuta lanzó un torrente de sonoridad vocal. El público entregado fue el segundo alma de la reunión. El formato innovador de Aretha Franklin facilitó un encuentro inusual dirigido por Sydney Pollack, más entusiasmado que técnico. El material, cuarenta años después de su realización, sale de las tinieblas y los baúles perdidos con cuerpo de concierto casero que cualquier tienda de vinilos incluiría en el apartado de coleccionistas. El resultado poderoso debe dar las gracias a unas cuerdas vocales indomables, penetrantes e irrepetibles capaces de tocar lo más alto de la música religiosa. El sonido registrado galopó por encima del funk y el disco que comenzaban a imponerse en los años 70 del siglo XX.
 
Aretha Franklin cantando en la iglesia Bautista Misionera New Temple, Watts, Los Ángeles
 
Clara Ward, otra leyenda del góspel, junto al reverendo C.L. Franklin
La parroquia de New Temple abrió las puertas a una velada familiar encendida que ha pasado a loas enciclopedias sonoras como una grabación épica. Las canciones no son las más representativas de un repertorio batallador para acercar a la cantante intimista inspirada en la religión. Aunque el carisma de la reina del soul será recordada por canciones convertidas en himnos defensores de las personas como I Say Alitle Prayer, Respect, Chain of Fools o Rocksteady, esta entrega quiso abrir la puerta de los corazones con un repertorio conocido: Climbing Higher Mountains, Wholy Holy, My Sweet Lord (en versión instrumental) o el góspel You've Got a Friend y su encadenado pop. Las manos alcanzando el cielo fueron el esqueleto de una partitura visual; las ramas de Amazing Grace que nacen de un tronco común: Aretha Franklin. Su voz no se alteró ante la euforia externa, creciendo con los impulsos magnéticos del Coro Southern California Community. El sudor recorre su piel confundiendo llanto con gozo. La cámara la despoja de protagonismo para centrarse en el fervor concurrente. El anonimato integrador de la lente caprichosa se rompió con el enfoque pasajero de Mick Jagger jugando a ser espectador laico, creyente lujoso o aprendiz de músico. Se creó un sentimiento religioso ajeno a los altares, cielo y tierra se miran iguales. El reverendo James Cleveland, conocido como Crown Prince Of Gospel, fue el director de orquesta que medió entre público y músicos; un maestro de ceremonias confiado en el poder de Aretha incapaz de esconder la parte de espectáculo que su misión implica. También la arropan figuras representativas de la música y los derechos humanos como Clara Ward, otra leyenda del góspel o su padre, el reverendo C.L. Franklin, empoderado con su oratoria de altar.
El reverendo C.L. Franklin junto al reverendo James Cleveland, Crown Prince Of Gospel, y Aretha Franklin  
Aretha Franklin y el Coro Southern California Community

La espontaneidad del zoom que la sala de montaje no permite, entra y sale del juego visual con naturalidad documental. Es un cazador de imágenes al vuelo: el contorneo de cinturas frenéticas, cabezas exorcizadas o manos acariciándose acompañan la entrega de Aretha Franklin. El sonido real de Amazing Grace, con Spike-Lee como uno de sus productores, es una banda sonora lujosa, emotiva, directa e impactante: un misil pacifista. Amazing Grace, por encima del himno cristiano que escribió el clérigo y poeta inglés John Newton (1725-1807), es un regalo para los oídos que invita a participar de la historia musical.

J. G.


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