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¡SE RUEDA, ACCIÓN!
Película La última gran estafa


J. G.
(Madrid, España)

La última gran estafa
Ficha Técnica Video    
Un cineasta sueña con hacer una película y si tiene éxito, mejor. No existe nada más deprimente que contemplar el fracaso empujado por el boicot extremista. El ruido minoritario coacciona a la mayoría, las críticas periodísticas son demoledoras y una voz resiliente afirma: el interés sigue en el aire. Todo es publicidad o así lo ve Max Barber. Los ojos del director junto a Walter Creason, su socio y sobrino, contemplan el fracaso con aceptación y desespero divergentes. Si entre ambos se encuentra un actor deprimido que juega a la ruleta rusa con su pistola de vaquero glorioso, el cóctel garantiza efervescencia.
El alma bohemio de Max, amante de su arte, lidia con el productor sediento de codicia y triunfos que tiene todo bien amañado. La muerte inesperada desata la cumbre del cinismo mientras se llora al nombre desaparecido como maquinaria de hacer billetes. Max, encarnado por Robert De Niro, es un soñador creyente en el cine puro. La pantomima de un ejecutivo apestoso le enciende la bombilla, acuciado por las deudas económicas. Su ingenio aporta un humor negro particular que convierte a la mafia en beneficiaria de un enredo poco ético: el finiquito de las cuentas deficitarias con ella. La última gran estafa corre como una idea personal con ganas de solucionar problemas estancados en unallejón sin salida, y sin intención de dañar a nadie, aunque algunos deban morir.
 
Max Barber (Robert De Niro) junto a su sobrino Walter Creason (Zach Braff) en estado de  bancarrota y ante las puertas  de un futuro inesperado  
Megan Albert (Kate Katzman) es la directora afortunada en rodar esta jaleo lleno de comicidad y cine negro

El cine dentro del cine se aborda con ocurrencias siniestras, sin ganas de inventar nada. La premisa de La última gran estafa se basa en organizar un asesinato vistos los resultados de un fallecimiento cuando los nombres estelares se convierten en una cifra repleta de ceros. Es un guiño a la utilidad macabra de la tercera edad mientras Max y Walter se van de gira en busca de un intérprete vetusto. El descubrimiento de la estrella olvidada excepto por el alcohol y la depresión motivan un guion preconcebido que los acontecimientos se encargan de reescribir. Duke Montana es el llanero solitario que Tommy Lee Jones despierta con brío, la resurrección del vaquero que anuncia coches usados, el blanco perfecto para ejecutar una finalidad que, ingeniosamente, esconde el crimen. La presentación del homicidio como una concatenación de percances cómicos elimina la sustancia del argumento siniestro. El alma de lejano Oeste es homenajeado junto a escenas de circo, recuerdos a Indiana Jones y Furia, al héroe que no se mueve entre efectos especiales. La aparición de una mujer protagónica rompe esquemas en un espacio donde el olor a estiércol y hormonas masculinas son constante repetitiva.

Reggie Fontaine (Morgan Freeman), el mafioso amante del cine  
LMax junto a Duke Montana (Tommy Lee Jones), el vaquero resucitado, en pleno rodaje

Los diálogos están trufados de alusiones cinematográficas que mezclan el gusto por los clásicos y la serie B. Sus escenas se comentan como un partido de fútbol, con naturalidad y memoria imborrable.
La gloria proporcionada por el séptimo arte a través de una rata egocéntrica, cuya cara apareció en Érase una vez en... Hollywood; el deseo por alcanzar un sueño con el guion perfecto; las ganas de arrebatarlo; las envidias; las deudas y las argucias para deshacerse de ellas; los exteriores convertidos en platós de rodaje; algún consejo de coyote experimentado a directora joven; el corazón cinéfilo de un mafioso reblandecido ante Montana, su héroe de siempre, forman un metalenguaje más cercano a Charles Chaplin que a Ingmar Bergman. Este largometraje es una sátira al negocio del cine, un desfile de personajes divertidos que se reafirman en el disparate individual mientras lo turbio apunta a lo bromista, lejano a la defunción de Brandon Lee también durante el rodaje de una película: El Cuervo.

J. G.


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