Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 



 

CINE Y ESPECTÁCULOS
CARTELERA CULTURAL
Histórico
 
 
 


RETRATO SUPERFICIAL DE UNA MUJER CANSADA
Película Golda


J. G.
(Madrid, España)

Golda
Ficha Técnica Video    
El nombre original de Golda Meir era Golda Mabovitch, de procedencia kievita. Junto a la esrilanquesa Sirimavo Bandaranaike y la india Indira Gandhi, fue la tercera mujer en el mundo que desempeñó el cargo de primera ministra. Guy Nattiv se acerca a la aventura arriesgada de mostrar un espíritu controvertido y batallador que a nadie deja impasible. Si además, añadimos que el papel de Golda Meir es interpretado por Helen Mirren la curiosidad está asegurada. El arranque de un largometraje que atrae más al documental que a la ficción dramática inicia una endeblez creciente. Se asemeja al andar de una actriz encapsulada en prótesis para imitar los pasos de una figura en decadencia física y política. El entramado bélico se inicia con coletazos de sabia informativa, anunciado un enfrentamiento que transformó el sionismo en fenómeno internacional. Golda arranca desde el final, con los pasos lentos de una mujer cansada hacia una testificación ante la historia en la comisión de Agranat. Era 1974 cuando la mandataria laborista israelí debía dar explicaciones ante las acusaciones que la señalaban como la principal culpable de las muertes de dos mil compatriotas en la guerra del Yom Kippur. El director que revisa a la Dama de Hierro de Oriente Próximo entiende a Golda Meir como ‹‹la persona equivocada en el lugar equivocado en el momento equivocado›› marcada por las dudas, una predisposición para anotar el número de víctimas en su libreta personal. Los debates existenciales se envolvían entre el humo del tabaco que devoraba. Los mecanismos oníricos incrementaban su paranoia marcada por un remordimiento que se tragaba.
 
Golda Meir (Helen Mirren) junto a la plana mayor de su Gobierno  
Golda Meir en un ambiente militar
Los mandos militares de los que Golda Meir se rodeó abultan una presencia de pasarela. Moshé Dayán, ministro de Defensa de Israel; el general Zvi Zamir, director del Mossad entre 1968 y 1974; el comandante David 'Dado' Elazar o el secretario Lou Kaddar aburren en una borrachera de reuniones entre los miembros del estado militar israelí. Sus idas y venidas parecen ensayar juegos de guerra sin la tensión de Stanley Kubrick ni la chispa que recuerda a Woody Allen. Otro judío que participa en el guion es Henry Kissinger, quien aporta protagonismo internacional a una narración horizontal. El diplomático norteamericano tampoco estabiliza el relato superficial de una conflagración sobre la que se vierten demasiados apellidos y estrategias militares sin aclarar lo que está sucediendo. El espectador no documentado sobre el conflicto árabe-israelí puede perderse entre mapas y caras que acaban convirtiéndose en momento televisivo con final redondo para las cámaras. El cierre de la contienda, convertido en foto de familia, es tan apresurado como previsible mientras el olvido se apodera de una mujer que hizo del judaísmo un objetivo inquebrantable. La vaguedad visual se somete al minimalismo de una continuidad encerrado en su fortín de lucha nacional. Las músicas de Leonard Cohen y Leopold Stokowski aportan algo de esperanza donde la desolación y el nerviosismo se atrincheran placenteramente. El ambiente mortecino del volcán creado en Oriente Próximo tiene su lado divertido cuando nos viene a la memoria que Todo pasa en Tel-Aviv.

J. G.


La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección
.
Texto: www.photomusik.com ©
<< 2022       < anterior          siguiente >       2024 >>

© Copyright Photomusik.com