El sentimiento de exploración le empujó hacia parajes oceánicos donde alcanzó la serenidad. La aventura de un comienzo nuevo recorre una producción pictórica en la que el trazo se educa con rostros inexpresivos como elemento identificativo. El uso del color destaca con suavidad tropical; la absorción del amarillo de Van Gogh impregna sus dibujos, la lectura de mensajes a través de individuos posando en silencio juega un papel capital. La simplificación del cuerpo humano modeló un retratista de lo cotidiano mientras se despojaba de la decepción causada por el impresionismo europeo. Las relaciones con Degas, y sobre todo con el pintor de los girasoles, apenas se mencionan. La llegada a un mundo desconocido encontró el amor en la juventud de sus conquistas. La diferencia de 30 años entre Gauguin y Teha'mana no impidió el matrimonio que descubrió a su musa. Luego, vinieron Pahura, Tohotaua y Marie-Rose Vaeoho. No fueron relaciones escandalosas ya que una ley francesa de principios del siglo XIX permitía a las niñas de 13 años contraer matrimonio. Su estancia en este edén fue una mezcla de belleza y crueldad, energía y declive; una pugna amatoria entre los lugareños y la familia que dejó en Europa. El entusiasmo sexual de Gauguin esparció las ramas de un árbol genealógico que no llegó a reconocer en su totalidad. La sospecha del suicidio con láudano llevaron al obispo local, monseñor Joseph Martin, a enterrarlo en una parte alejada del Cementerio Católico Clavary, Atuona. El entierro acabó con palabras cargadas de distanciamiento: ‹‹Lo único digno de anotarse últimamente en esta isla ha sido la muerte súbita de un individuo llamado Paul Gauguin, un artista reputado pero enemigo de Dios y de todo lo que es decente en esta tierra››. La ironía ha convertido al mitrado Martin en su vecino más cercano.

La narración apuntala raíces nuevas sin olvidar las antiguas; describe doce años a la búsqueda del paraíso marcados por el fracaso y la belleza sensual. Marco Goldin y Matteo Moneta, partícipes en Van Gogh de los campos de trigo bajo los cielos nublados , firman un guion sencillo y directo. La fotografía paisajística se centra en la obra más que en la persona. El compositor Remo Anzvio, colaborador en películas donde la pintura es un referente: Los nenúfares de Monet, el mencionado Hitler vs. Picasso y otros artistas modernos o Frida: Viva la vida, crea una música lenitiva para imágenes relajantes. El recorrido cultural pasa por Nueva York y el Museo Metropolitano de Arte, el Instituto de Arte de Chicago, la Galería Nacional de Arte en Washington, el Museo de Bellas Artes (Boston) hasta el museo casero de un coleccionista que guarda lienzos junto a otras pertenencias menos exquisitas. Es un ir y venir entre Europa y Tahití, un enfrentamiento a la muerte, el descanso mortal y la presencia inmortal de su arte. El tiempo no olvidará a Paul Gauguin, Koké en el hogar tahitiano.