La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (
UICN) afirma que la población mundial del león blanco ha descendido un 22% en los últimos veinte años. La granja sudafricana de la familia Owen se convierte en un paraíso para especies amenazas que, con la corona de animal sagrado, se convierten en objetivo de la explotación turística y emblema de la caza furtiva. La crisis económica, como se deducirá más adelante, extiende su brazo hasta este santuario convertido en negocio
regulador de especies acondicionado para que el hombre occidental, emigrado al continente africano, sobreviva con dignidad ecológica, alejado del ruido urbano. Encomiable y bochornoso. Esta mudanza crea fricciones al no resultar del agrado de todos los Owen; se presenta como un relato familiar al alcance de todos que no exige cerebros retorcidos para entenderlo ni persigue interpretaciones con doble significación; todo es tal y cómo sucede: directo y sencillo.